En toda historia de amor hay personas…pero en #CraftBeerLove también hay cervezas artesanales. Este mediometraje (dura 30 minutos) del guionista y cervecero español Vicente “Cenzo” A. de Haro está recorriendo distintos festivales.

El chico (Enrique Cervantes) trabaja en un típico restaurante de playa. Es cocinero por necesidad, marinero por herencia y además poeta; aunque dice que la poesía le queda  grande. La chica (Helena Mocejón) es una toledana que está pasando sus vacaciones en un pueblo con mar. Enrique tiene un flechazo. Helena es más cauta, acorazada, como su ciudad. Enrique piensa que las ciudades sin mar no tienen ningún interés. También dice que nunca ha probado una cerveza artesanal. A Helena eso no le gusta: “Ya le vale a un chef no saber lo que es una cerveza”, dice. Helena tiene una idea: que Enrique pruebe las cervezas de su ciudad. Así empieza una cita que les llevará a conocerse en un romántico y divertido último día de verano.
Se trata de la cuarta producción de Vicente “Cenzo” A. de Haro, cervecero, guionista y director de cine premiado en diferentes festivales internacionales. Con “Craft Beer Love” quiere difundir la cultura cervecera en circuitos culturales y promocionar su ciudad, Toledo, a través de  la cerveza artesanal

https://www.youtube.com/watch?v=4HUyo-sQe7I

EQUIPO TÉCNICO

Guionista, editor, director y productor – Cenzo A. de Haro
Productor ejecutivo – Mauro Díez
Música – Cristophe Carón, Pedro Áspid
Sonido – Eduardo Lamas, Pablo Sánchez, Jonny Spencer
Fotografía – Eduardo González, Enrique Muñoz
Maquillaje y peluquería – Bea Corroto

La cerveza «oficial»

En el sitio de la peli se hace referencia a la cerveza «oficial». De color ámbar oscuro y cuerpo medio, Puerto Dulce es una cerveza cuya característica primordial es su sabor y aroma a cereal tostado, de retrogusto dulce y carácter seco.
La cerveza fue elaborada por el lanzamiento del mediometraje Craft Beer Love. Su nombre, Puerto Dulce, quiere referirse a una posible denominación que bien podría tener la ciudad de Toledo en la película: la ciudad se eleva entre el río Tajo cual isla rodeada de mar. Toledo es un destino portuario, el fin del viaje de Enrique en su barco para reencontrarse con Helena.
Pero advierten que esa imagen «es totalmente inventada, fantástica y onírica era material suficiente para desarrollar una historia de ficción. La cerveza, pues, no puede más que alimentar esa mentira. En concreto, tres, porque ni Toledo tiene puerto, ni el Tajo es navegable, ni el amor es dulce».

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