Hace unos días, la multinacional de cervezas ABInBev (dueña de FNC en Uruguay), publicó en Twitter un post compartiendo información sobre la cervecería Océanica, un emprendimiento uruguayo que se destaca por su visión sustentable. Ese tuit (lamentablemente borrado luego por ABInBev) avivó la polémica sobre la independencia de las cervecerías artesanales. Este debate no es nuevo y desde hace un par de años circula el rumor de que Océanica había sido adquirida por FNC.
En los últimos dos años, varias veces hablamos con Agustina Olivera, una de las fundadoras de Oceánica, y siempre nos comentó que el vínculo que tenían con FNC era de distribución comercial, algo que no la convierte en una cervecería “dependiente”. Hay varias cervecerías artesanales locales que tienen acuerdos comerciales con empresas muy potentes en el área de distribución de bebidas.
Luego de ver el posteo la contactamos nuevamente para conocer de primera mano cuál es el vínculo actual de la multinacional con la cervecería uruguaya fundada hace seis años. Y en esta nota resumimos la charla.
Los orígenes de cerveza Océanica
Nicolás Collazo y Agustina Olivera comparten la vida y el trabajo. Él es argentino y ella uruguaya. Se conocieron en Salta, durante un viaje académico de Agustina que es investigadora y biotecnóloga. Ya juntos, un viaje por California prendió la chispa de los cerveceros que llevaban dentro.
Nicolás había tenido contacto con la cerveza artesanal en Ushuaia, la capital provincial más austral del mundo. Y Agustina se especializó en la biología de la levadura cervecera. Una conjunción que dio vida a un proyecto familiar en Uruguay.
La marca Océanica, concebida en 2015, es el producto de esta familia radicada en Playa Hermosa (Piriápolis) que nació con el objetivo es elaborar cervezas cien por ciento orgánicas de manera ecológica.
Al principio hacían cerveza para beber en casa pero una circunstancia laboral de Agustina aceleró la creación de un emprendimiento con fines comerciales. Vendieron algunas herramientas de joyería, que era a lo que se dedicaba Nicolás, y el auto para comprar maltas orgánicas.
“Creamos Oceánica como un proyecto de elaboración sustentable de cervezas orgánicas donde el objetivo es producir cervezas disfrutables y de alta calidad, en una planta de elaboración basada en un modelo de economía circular” comenta Agustina.
Empezaron con un equipo de ollas de 150 litros y dos fermentadores pequeños y luego pasaron a ollas de 600 litros. Actualmente, en la nueva planta, ubicada en su chacra de Paraje de las Sierras (Maldonado) tienen una capacidad de producción de 15 mil litros mensuales.
Su apuesta es dejar atrás el modelo de producción tradicional lineal (donde ingresan recursos, se transforman y sale un producto y muchos desechos), para ser parte del cambio que implica trabajar con un ciclo productivo de mínimo impacto medioambiental. “Esto para nosotros solo se logra con la utilización de ingredientes agroecológicos, evitando el uso de energías no renovables, maximizando la valorización de los subproductos y desechos, trabajando en un edificio eficiente, respetando y regenerando los ecosistemas nativos y volcando parte de nuestros recursos a la comunidad local. En este camino en el que ya llevamos 6 años, siempre tenemos cosas para mejorar e innovar” añade.
Cuando se inició el proyecto Agustina y Nicolás contaban con unos pocos ahorros y mucha energía. Con su proyecto debajo del brazo golpearon unas cuantas puertas. Algunas se les abrieron: el Fondo Industrial, el programa Oportunidades Circulares, y Eklos, un programa global de apoyo a emprendedores de ABInBev.
El premio Eklos y el vínculo con ABInBev
“Dentro del premio Eklos no solo ganamos un capital semilla, sino que también accedimos a formaciones mediante las cuales pudimos desarrollar nuevas capacidades, sumado a la posibilidad de establecer una asociación estratégica” señala Agustina.
Como resultado de esa asociación estratégica, hoy FNC y Oceánica tienen un acuerdo de distribución a través del cual FNC les compra el producto y lo escala en su red de distribución. Por ahora, ese es el vínculo, aunque no descartan que en el futuro FNC pueda tener un porcentaje minoritario de Oceánica. En caso de que ello ocurra, dice Agustina, los fundadores mantendrán la independencia y la capacidad de tomar decisiones. “Nada de esto cambia que nuestra cerveza siga siendo producida en volúmenes limitados y con un equipo manual diseñado por nosotros mismos” agrega.
¿Qué características tiene una cerveza orgánica?
Para Agustina, una cerveza orgánica es aquella en la que tanto sus materias primas como sus prácticas de elaboración se ajustan a las normas de agroecología certificadas por la Red de Agroecología del Uruguay (certificadora avalada por el MGAP). Oceánica está certificada por esta red.
El hecho de que la cerveza sea orgánica, complementa muy bien sus propiedades nutritivas, ya que las materias primas utilizadas son libres de compuestos tóxicos para la salud humana.
Oceánica es, hasta el momento, la única cerveza orgánica del Uruguay, y según los registros de Agustina, una de las pocas de Latinoamérica.
El emprendimiento incorpora, además, la investigación científica para el desarrollo de nuevas levaduras en Uruguay (LevTec) que contribuyan a potenciar la producción agroalimentaria de carácter nacional.