La cultura craft ha revolucionado la industria de las bebidas, destacándose por su enfoque en la calidad, la creatividad y la autenticidad. Este movimiento no solo ha transformado la manera en que se producen ceervezas, vinos y spirits, sino que empieza a tener un impacto significativo en las comunidades y, esperemos, que en la economía.
¿A qué llamamos cultura craft?
La palabra “craft” se refiere a la artesanía y el trabajo manual, y en el contexto de las bebidas, implica un proceso de elaboración que prioriza la calidad sobre la cantidad. La cultura craft surgió como una respuesta a la producción masiva e industrializada, buscando rescatar métodos tradicionales y naturales. Este enfoque se basa en el uso de ingredientes de alta calidad (la mejor obtenible en cada mercado), procesos de producción cuidadosos y una atención meticulosa a los detalles.
Innovación y Creatividad
Uno de los pilares de la cultura craft es la innovación. Los productores de cervezas y bebidas craft experimentan constantemente con nuevos ingredientes y técnicas, intentando crear nuevos sabores y experiencias sensoriales. Esta creatividad no solo enriquece la oferta disponible para los consumidores, sino que también impulsa la evolución del sector, elevando la calidad y la diversidad de opciones en contraposición con la estandarización que propone la industria, generalmente dominada por grandes multinacionales.
Impacto Económico y Social
Las cervecerías y destilerías craft tienen una gran oportunidad de revitalizar las comunidades locales, generando mayor impacto en el empleo y fomentando el turismo (un gran ejemplo de ello es Bélgica). Estos negocios suelen ser pequeñas empresas independientes que contribuyen a la economía local y promueven, en muchos casos, el desarrollo sostenible. Además, la cultura craft fomenta un sentido de comunidad y colaboración, tanto entre los productores como con los consumidores.
La cultura craft también se caracteriza por su compromiso con la sostenibilidad. Algunos productores adoptan técnicas y procedimientos ecológicos, como el uso de ingredientes orgánicos, la reducción o reutilización de residuos (el bagazo por ejemplo) y la implementación de métodos de producción energéticamente eficientes. Este enfoque no solo beneficia al medio ambiente, sino que también podría responder a la aún incipiente demanda de los consumidores por productos más responsables y éticos.
En definitiva, la cultura craft va de conexiones. Conectar personas con personas, compartir un buen momento alrededor de una bebida, y establecer una relación más cercana entre quien produce la bebida y quien la consume. A través de eventos, degustaciones, catas, maridajes, visitas a cervecerías y destilerías, los consumidores pueden concer de primera mano los procesos de elaboración y a quienes elaboran los productos y crean esas experiencias o les cuentan más sobre su pasión. Esa transparencia y autenticidad fortalecen la lealtad del consumidor y crean una experiencia más enriquecedora de consumo.
Entre otras cosas, por todo lo anterior creemos importantísimo difundir, educar y entretener, a través de Pinta Daily, a todas las personas interesadas en la conexión con la cultura craft.