A medida que la industria cervecera se recupera de los efectos de la pandemia, la cerveza sin alcohol emerge como una alternativa en un sector que ha enfrentado numerosos desafíos. Aunque la cerveza sin alcohol representa actualmente poco más del 5% de los ingresos globales de la cerveza, ha superado al segmento de la cerveza con alcohol en crecimiento durante la mayor parte de la última década. Ha registrado un crecimiento de dos dígitos en cuatro de los últimos cinco años, con 2020 como la única excepción, por razones obvias.
Durante mucho tiempo ignorada por la industria, la cerveza sin alcohol es ahora vista como una oportunidad de negocio. Las cervecerías están expandiendo continuamente su gama de opciones sin alcohol en respuesta a la creciente demanda de los consumidores.
Según el informe anual del segundo grupo cervecero más grande del mundo, Heineken, “Los consumidores buscan cada vez más una hidratación saludable y un refresco sabroso y adulto con bajo o nulo contenido de alcohol para disfrutar en cualquier ocasión”. El informe concluye: “A medida que continúa esta tendencia global de los consumidores hacia la salud y el bienestar, vemos un gran futuro para la cerveza baja en calorías y sin alcohol”.
Según datos de Statista Market Insights, el segmento de la cerveza sin alcohol está preparado para un fuerte crecimiento en los próximos años. A pesar de un pequeño retroceso en 2020 debido a los cierres relacionados con Covid y a los cambios en el estilo de vida, que afectaron especialmente al segmento fuera del hogar, el sector está retomando su ritmo. Se espera que registre un sólido crecimiento este año y en los próximos. Para 2028, Statista prevé que las ventas mundiales de cerveza sin alcohol alcancen los US$ 50 mil millones de dólares, más del doble que en 2020.
Esta tendencia al alza en la cerveza sin alcohol claramente refleja un cambio -que llegó para quedarse- en las preferencias de los consumidores y del potencial de innovación en la industria cervecera.
Fuente: Statista Market Insights